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La Biblioteca Fabularia
TEATRO DE CUENTOS / ACTO 44 / ESCENA 6
Misterios, Tusterios, Nuestrosterios
CUERVOS EN LAS QUEBRADAS DEL SALADILLO
Vengo a dejar crónica esta noche sobre ciertos antecedentes que vienen encadenándose, desde principios del siglo XX, en el sur de esta Ciudad de la Rosa y el Río.
Daré parte de este “rosario de rumores”. Migren ahora vuestros espíritus hasta los inicios del siglo XX.
Hecho Nº1: La Sociedad Anónima del Saladillo, y el primer nombre a cifrar es el de Manuel Arijón, hace construir a los presos detenidos en la Unidad Regional un canal artificial del Arroyo para llevar aguas desde la cascada hasta un balneario que están edificando.
Hecho Nº2: La misma Sociedad Anónima del Saladillo ordena la ejecución, siguiendo estilos neogóticos, de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced.
Hecho Nº3: La mismísima Sociedad Anónima del Saladillo, apelando a los oficios del empresario teatral Luigi Carpentiero, cierra contratos con Hariclea D’Arclee, estelar soprano nacida en Rumania, para que ésta represente en la ciudad la ópera Fausto.
Carpentiero, es aquel recordado sujeto que hizo suyo el lema de otro maestro en oficios teatrales, Alessandro Lanari, quien se autodefinía: “Soy, después de Dios, el primer empresario”.
Hecho Nº4: En un carruaje negro, servicio de transporte explotado por la Sociedad Anónima del Saladillo, la soprano rumana arriba hasta el canal artificial del arroyo y se detiene en un rincón de la arteria que hoy (oh! señales del destino) es conocida como Avenida Fausta. En el interior de aquel oscuro carruaje hay centenares de cuervos negros. Los pájaros son liberados en el lugar.
Hecho Nº5: Aprovechando una reunión de paisanos que trabajan en el proyecto de construcción de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, la soprano fáustica, siembra un rumor en el corazón de los fieles cuando les dice: “No mires por mucho tiempo un cuervo a los ojos: te robará el alma”.
Desde aquel día, el cura de la parroquia, no deja de recibir denuncias acerca de personas que han perdido el alma a ojos de los cuervos instalados en las márgenes del canal artificial del arroyo Saladillo. Los fieles imploran asistencia divina.
Acosada, la fausta soprano, suma un nuevo rumor a la caldera del diablo cuando increpa: “No adjudiquen ustedes todo este infortunio a los cuervos. Pues se sabe de ciertos espejos que ostentan el mismo poder de hurtar el alma a quienes en ellos se miran”. Y acto seguido, acusa al fabricante de espejos del barrio, un vidriero de apellido Trapani.
Desde aquel día, el cura de la parroquia, no deja de recibir denuncias acerca de personas que han perdido el alma a ojos de los cuervos o frente a las lunas especulares fabricadas por Trapani. Los fieles imploran asistencia divina y exigen hoguera para el vidriero del barrio.
Hecho Nº6: Aconsejado por miembros de la Sociedad Anónima del Saladillo, el cura ejecuta un episodio misterioso para neutralizar las calamidades que sumen al barrio en el espanto. ¿Y qué es lo que hace este cura? En ambas márgenes del canal artificial del arroyo, territorio invadido por los cuervos, distribuye uno a uno los espejos de Trapani. ¿Intuyen ustedes la razón de este obrar? Pues es entonces que los cuervos, esos tétricos usurpadores de almas, convergen para observarse a sí mismos en los cristales especulares que poseen el mismo atributo siniestro.
Y es así nomás que los cuervos desaparecen desde aquel día de las comarcas de Saladillo. Mas raros sucesos siguen a esta coyuntura. Comienzan a llegar al barrio innúmeras bandadas de abogados y funcionarios del Ministerio Fiscal y Judicial. Tal vez por esta coincidencia o porque los nuevos inmigrantes visten hábitos negros son llamados, desde entonces, del mismo modo que los pájaros desvanecidos. “Ahí vienen los cuervos, susurran las comadres, cada vez que ven llegar a un profesional del fisco leguleyo. Y dicen que si una los mira a los ojos”…
Hecho Nº7: Los espejos que fueron diseminados junto al arroyo quedaron definitivamente velados. Si alguien se observa en ellos, ninguna imagen le será devuelta.
Trapani se salva de la hoguera pero su negocio queda al borde de la quiebra.
El empresario teatral y la soprano rumana le proponen constituir una organización para comercializar estos espejos velados en los cuales no se refleja la imagen de quien los mira. Tan exótico producto es ofertado a otro grupo de inmigrantes que llega masivamente a Saladillo. Los recién venidos, oriundos de Rumania, compran toda la producción de espejos que se niegan a devolver la imagen de quien los contempla. Estos nuevos vecinos, fundan una suerte de club privado, y se hacen llamar “vampiros”. Algunos de sus miembros son, precisamente, los que están golpeando mi puerta en este instante. Más que golpear debo decir que ya la han derribado. Por tal menester me veré obligado a suspender este micromisterio y atender su apuro. A ver, qué desean los caballeros? Oiga, ese es el cable del teléfono. ¿Qué está haciendo…
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[DOMINGO 30 DE MAYO DE 2010]
Cuentan que el fin del mundo ocurrirá
cuando la razón ilumine el último de los misterios
que han dado sentido a la humanidad.
Dicen que Macedonio Hernández
anda tras esos misterios
anda tras esos misterios
que aún resisten en el alma de las ciudades.
Algunos creen que
intenta preservar el mundo de su ocaso.
intenta preservar el mundo de su ocaso.
Otros, que está apurando su final.
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1 comentario:
Tarde pero seguro, acá me presento para decir: Que se salve Macedonio el Grande !!!
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