La Construcción de la Confusión | Mediocracia 1

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La Construcción de la Confusión
Mediocracia 1
Macedonio Hernández 




Comencé este fin de semana invitando al finado Kafka.
Para porfiar un poco en mis oficios de lector, puse ante mí aquel celebrado texto intitulado “El escudo de la ciudad”.
Pero no sé si para bien o para mal se me dio por encender la radio y quedé en manos de la Mediocracia nacional.

Tonces, acontecieron dos hechos simultáneos. Mientras anotaba en una hoja de papel “Nada suele confundir más que la verdad”, la radio me recordó que había un acto eleccionario en Argentina.

Mi pobre conciencia se estremeció. Recorrí todas las emisoras del espectro radial, puse la tele, conecté internet y efectivamente: domingo, elecciones en Argentina.

Bienvenidos a Babel. Lugar donde se construye la confusión.

Pero atenti al piojo. La construcción de la confusión no produce ignorancia sino juicios de valor. Y estos juicios se difunden como verdades.

Y nada suele confundir más que la verdad.

Les cuento, entonces, mis avatares de “güikend” entre la Mediocracia nacional.

Sábado 09 de julio.
Hay veda política en Argentina. Buá. Recordemos que, para la Mediocracia nacional, la República Argentina es ese pequeño país cuyo límite cartográfico lo da un tal General Paz.
Que dicha república esté definida por un general, es un dato coherente a su historia. Pero que su nombre sea “Paz” tal vez construya una ironía del destino.

Sigamos. Hay veda política en Argentina porque se realiza un acto eleccionario. Luego, la Mediocracia busca gacetillas alternativas.
Aparece la primera salvación: “Asesinan a Facundo Cabral en Guatemala”. Joya. Todo el día para vender gracias a la muerte. Especialidad de la Mediocracia.

Pero, para no resultar monotemáticos, a la muerte del día hay que venderla con otra noticia de similar especie: “Juegan Brasil y Paraguay”.

Ergo, ya tienen el combo del día. Reportaje a alguien que conoció a Facundo Cabral seguido de reportaje a un par de tetas con mujer incorporada que se dispongan a presenciar el partido de fobal.

Todo va viento en popa. Pero en un momento de la tarde, en la pantalla de televé, se produce un pequeño incidente conceptual.

Apenas concluye la repetición número 48 del video donde Facundo Cabral canta “no soy de aquí ni soy de allá”, en las tribunas del estadio se entrevista a un par de mujeres que llevan, sobre su busto izquierdo, una escarapela celeste y blanca. Un jovial cronista las increpa: “Me parece que llegaron un poco temprano, Argentina juega el lunes”. Acto seguido, su índice derecho se posa sobre uno de los bustos izquierdos señalando la escarapela celeste y blanca.
La mujer sonríe y responde al cronista: “Pasa que hoy es 9 de julio, día de la independencia”. El cronista no logra interpretar el comentario y, para zafar, retorna a estudios centrales.

Domingo 10 de Julio.
Tempranito, el diablo madruga porque Dios lo ayuda.

Recuerdo al viejo Nicolás Bujarin citado por Thomas Moro Simpson: “Podríamos tener un sistema bipartidista, pero uno de los dos partidos estaría en el poder, y el otro, en la cárcel”.

Vuelvo a la Mediocracia nacional. Parece que en Argentina hay un solo partido político, por eso ningún funcionario en ejercicio va en cana. Y el bipartidismo en estas tierras debe ser un cuento babélico pa’confundir a la gilada.

Acto eleccionario en Argentina. Sigue la veda política pero ya se puede trabajar sobre la declaración de los candidatos que van sufragando y dando opiniones. Pasamos de bunker en bunker. La muerte de Facundo Cabral ya es un complemento menor que matiza las cortinas de propaganda.

Se recuerda que votar es una obligación cívica. Luego, si es obligación, no es un derecho. Pero a quién le importa.

La Mediocracia, ansiosa por abandonar la veda, apela a publicidades institucionales.

Una radio nacional se vende como radio pública. Confunde lo público con lo nacional. Pero a quién le importa.

Los medios nacionales son medios de la nación. La nación, siguiendo su propia ley, los reparte entre tres poderes. El cuarto poder es una tranza de la Mediocracia.

El poder se reparte los medios. Y los medios dejan de ser medios de comunicación para ser medios de difusión.

Así, por ejemplo, Canal 7, es un medio del Poder Ejecutivo y Clarín, es un medio del Poder Legislativo y Judicial. O hay alguien confundido.
Todos los medios son medios del estado.

Ergo, todos los enfrentamientos mediáticos, son internas del poder estatal.
Y estamos en campaña electoral. El Poder Legislativo y Judicial vende “Shock-lender” para negociar poder. El Ejecutivo le retruca con la prohibición del negocio que hacen con el rubro 59.

Por si no saben. El rubro 59 vende a la mujer como objeto sexual de mercado.
Por ley, una mujer que comercia sexo es una prostituta, pero no se prostituye si vende su trabajo por 1500 pesos mensuales.
Los cambios morales no son cambios éticos.

Termina la veda política. Todo vuelve a la normalidad.
La muerte de Facundo Cabral ya es un chisme innecesario.
Todo vuelve a la normalidad.

Menos mal. ¿Menos mal?

Y ahora, ¿quién podrá defendernos?
Tonces, Kafka, se viste con las ropas del Chapulín Colorado. El chipote chillón toma la forma de un puño en su relato “El escudo de la ciudad”.
Vuelvo a él. Algo me dice que en “El escudo de la ciudad” podemos encontrar un sentido para todo esto.

Les recomiendo esa lectura.
La seguimos otro día. Disculpen las molestias. Los dejo en buenas manos.






B   A   B   E   L   B   A   B   E   L
el que lo encuentra es bara él









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